Los años del desarrollismo

 Los años del desarrollismo

1950- 1973

En 1951 se iniciaron las conversaciones con Estados Unidos para establecer un tratado bilateral. A la vez comenzaron a llegar las primeras remesas de ayuda estadounidense. En 1953 se firmó un acuerdo que permitió al ejército norteamericano establecer las bases militares. A cambio España recibía ayuda económica.  En 1953 se firmó el Concordato de la Santa Sede, que fue un paso importante en la aceptación del Régimen de la comunidad internacional. Aun así en Europa se mantuvieron las reticencias hacia la dictadura. Se rechazó la petición de ingreso en la comunidad económica europea hasta que España liberalizara y democratizara su organización política. 

El agotamiento de la autarquía 
En 1951, Franco cambió buena parte de su Gobierno con el objetivo de mejorar la economía del país. Aunque los falangistas conservaron algunas parcelas de poder, aparecieron o se consolidaron políticamente figuras procedentes de organizaciones católicas. También estuvo presente en este gobierno el almirante Luis Carrero Blanco, que era el hombre de confianza del dictador y durante dos décadas tuvo un papel importante en la política. 
 
 
Luis Carrero Blanco - Wikipedia
 
Crisis y oposición en los años cincuenta 
La crisis universitaria de 1956 puso de manifiesto el alcance que podía tener la tímida liberación del sistema. En la universidad, las tensiones fueron creciendo en demanda de más libertad en las cátedras y en las aulas. El malestar universitario culminó en los incidentes de la Universidad Complutense de Madrid en 1956 con enfrentamientos entre los estudiantes y los falangistas del SEU. Estos incidentes, que provocaron la dimisión del ministro de Educación Ruiz-Giménez, mostraron la aparición de una nueva generación, formada esencialmente por los hijos de los vencedores, que iniciaba su oposición a la dictadura. 
El nuevo gabinete elaboró la Ley de principios de Movimiento Nacional  que recogía las normas por las que se debía regir el Estado franquista. 
Los cambios sociales y la proximidad de la muerte del dictador facilitaron la extensión de las actividades de oposición a la dictadura. Diversos movimientos de protesta confluyeron en el período final del franquismo:
El movimiento obrero, organizado esencialmente en torno a CC.OO. y alentado por el PCE, pasó de las reivindicaciones laborales a la concienciación política antifranquista. Los movimientos nacionalistas se reforzaron en diversas capas sociales de Cataluña. En el País Vasco, junto a un cada vez más influyente PNV, ETA fue acrecentado su protagonismo con sus acciones terroristas. 
 
Entre el aperturismo y el inmovilismo político 

- Las nuevas élites: Franco distribuyó el poder entre dos familias políticas fundamentales: los tecnócratas del Opus Dei y los reformistas del Movimiento. Carrero Blanco se alineó con los tecnócratas. Estos proponían la liberación económica para modernizar el país a la vez que mantenían intactos los principales autoritarios y ultra católicos del régimen. Los falangistas reformistas, sin preocuparse demasiado por la sucesión, procuraron realizar reformas que permitieran el régimen evolucionar políticamente. 

Las reformas institucionales: 

- Ley de Convenios Colectivos 1958, en el ámbito laboral permitió la negociación directa de los salarios y las condiciones de trabajo entre empresarios y obreros, además establecía los jurados de empresa y los enlaces sindicales. 

- Ley de Bases de la Seguridad Social: introdujo mejoras en el sistema de prestaciones sociales. Integraba antiguos sistemas de seguro diversificados.

- El tribunal de orden Público: se creó como efecto de la campaña internacional desatada por la ejecución del comunista Julián Grimau. El TOP integrado por jueces civiles, pasó a encargarse de los delitos políticos y las actividades subversivas. 

- La Ley de Prensa: se suprimió la censura previa. 

- Ley Orgánica del Estado: reafirmó el sistema de la llamada democracia orgánica, un sufragio muy limitado para elegir a un tercio de los miembros de las Cortes.

- Ley de libertad Religiosa: libre ejercicio del culto a prácticas religiosas no católicas. 

- Ley de sucesión: delegaba a sucesor al título a Juan Carlos de Borbón. 


El fin de la guerra 

Fue un fracaso económico, marcaron una tremenda regresión. El hundimiento de la producción agrícola e industrial fue acompañado de una vuelta atrás histórica: el sector privado volvió a superar el 50% de la renta nacional. En un contexto de escasez e intervención estatal, el mercado negro, el estraperlo, y la  corrupción generalizada (licencias importación y exportación, suministros al Estado...) se apoderaron de la economía del país.                                                                                

Esta situación se vio fuertemente agravada por la coyuntura internacional. A la segunda guerra mundial, 1939-1945, le sucedió un período de aislamiento por la condena internacional del régimen de Franco como aliado del Eje. 

 El evidente fracaso del modelo autárquico llevó a que desde los inicios de los años cincuenta se produjera un giro en la política económica.  Se aplicó una liberalización parcial de precios y del comercio y la circulación de mercancías  En 1952 se puso fin al racionamiento de alimentos.                                    

Estas medidas trajeron una cierta expansión económica. Finalmente, en 1954 se superó la renta por habitante de 1935. Se ponía fin a veinte años perdidos en el desarrollo económico español. La guerra fría y el consiguiente cambio en la política internacional norteamericana propiciaron que desde 1951 comenzara a llegar ayuda económica norteamericana. 

Aunque inferior a la recibida por los países beneficiarios del Plan Marshall,  esta ayuda permitió importaciones de bienes de equipo imprescindibles para el desarrollo industrial.                                                                                                                                          El incipiente desarrollo trajo, sin embargo, una fuerte inflación que propició un fuerte malestar social. La necesidad de reformas estructurales en la economía era evidente. Finalmente, Franco, tras veinte años de políticas económicas nocivas, permitió la entrada en el gobierno en 1957 de un grupo de tecnócratas del Opus Dei. Estos nuevos ministros diseñaron el giro definitivo en la política económica: el Plan de Estabilización de 1959. 


 

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